Actualmente, Brasil se encuentra propenso a una crisis política sin precedentes. Manifestaciones, Petrobras, Lula, Impeachment… Son palabras que escuchamos y vemos a menudo en la prensa internacional. Sin embargo con todos los acontecimientos que se han llevado a cabo en este país, puede ser difícil poner todo en orden. Er Cambur Pintón te trae hoy una guía fácil en tres pasos para comprender la situación actual de Brasil.
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Dilma Rousseff proclamando a Lula Da Silva Ministro de la Casa Civil |
► El escándalo de corrupción Petrobras
Petrobras fue fundada en 1953 y es la mayor empresa de Brasil. Es considerada “el orgullo del país” y contribuye a la creación de 87.000 empleos y produce alrededor de 2,5 millones de crudo por día. En marzo de 2014, la Operación Lava Jato llegó al público con la detención de 24 personas provenientes de varios estados de Brasil. Sin embargo desde julio de 2013, la Policía Federal de Curitiba (Paraná) había descubierto una red de lavado de dinero de tamaño mediano que operaba desde Brasilia y São Paulo. Tras meses de investigación, el hilo acabó llevándoles de vuelta al Estado de Paraná, donde vivía el cambista Alberto Youseff, experto en blanqueo de dinero, quien tendría un papel fundamental en esta operación. Tras su detención en marzo, el caso explotó, salpicando consecuentemente a varios políticos de Brasil como el ex-presidente Luiz Inacio Lula Da Silva (2003-2010). El dinero blanqueado se reintroducía en el sistema mediante negocios de gasolineras, lavanderías u hoteles. Los supuestos delincuentes transferían grandes sumas de dinero al extranjero, a través de una red de más de cien empresas y centenares de cuentas bancarias que despachaban millones de dólares hacia China o Hong Kong. Se estima que entre 2004 y 2012 más de 10 millones de reales (aproximadamente 2.800 millones de dólares) fueron desviados. Esta suma benefició en su mayoría a partidos como el Partido de los Trabajadores (PT), el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y el Partido Progresista (PP), con el fin de financiar sus campañas y para beneficio personal.
Previamente se había acusado al ex-mandatario de haber adquirido un apartamento triplex y una casa de campo en Atibaia tras haber recibido dinero proveniente de la Operación Lava Jato. No obstante, esto no evitó que pusiera una vez más sus manos en el gobierno. El pasado 16 de marzo, su sucesora, la actual presidenta de Brasil, Dilma Roussef lo nombró Ministro de la Casa Civil, un título que causo furor entre los brasileños. Al asumir este puesto, Lula escaparía de la amenaza de una detención por el juez a cargo del escándalo de corrupción Petrobras, Sergio Moro. Se suspendió la entrada de Lula al gobierno debido a una sospecha de obstrucción a la justicia por parte de la presidenta Rousseff. Para ella era crucial evitar que Lula terminase en prisión, como pudimos escuchar en una grabación entre la presidenta y su mentor difundida por el juez Moro. Ésta le informa a su predecesor que le hará llegar lo más rápido posible su decreto de nominación, “no lo uses al menos de que sea necesario” añadió. Esta conversación confirma que uno de los objetivos de la nominación de Lula es protegerlo de las acusaciones en relación a Petrobras.
► La respuesta de los brasileños
A finales del pasado mes de marzo, miles de manifestantes se reunieron en Brasilia, escandalizados por la publicación de dicha grabación. Asimismo, varias manifestaciones se llevaron a acabo en Sao Paulo y en Rio de Janeiro exigiendo la renuncia de Dilma Roussef, sometiéndola a un proceso de “impeachment”. En las calles se observaban carteles, muñecos burlándose de la presidenta y de su mentor, jóvenes gritando y haciendo ruido con sus cacerolas. Frente a estas manifestaciones, el martes 30 de marzo, el gran partido centrista brasileño PMDB rompió relaciones con el PT de Rousseff. El vicepresidente Michel Temer, procedente del PMDB, aconsejó a sus ministros de poner su renuncia. Era la primera fuerza parlamentaria y el principal aliado del PT. Este abandono es fatal para el gobierno de Rousseff, quien se encuentra cada vez más cerca de la salida.
Mensaje proyectado por la oposición en el Palacio Presidencial de Brasilia.
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Ivana Jiménez (@IvanaJimenezB)